Las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF) son una institución muy respetada, que contribuye a la seguridad de Australia protegiendo sus intereses y a su población. Más allá de su deber habitual, incluso fueron movilizadas para apoyar las operaciones de rescate y recuperación en la actual crisis de los incendios forestales.
El sector de la defensa también desempeña un papel importante dentro de la economía australiana, ya que ofrece casi 30.000 puestos de trabajo y apoyo al sector de la pequeña y mediana industria. Teniendo en cuenta que más de 3.000 de los fabricantes que suministran al sector de defensa son PYME, es vital que se haga más hincapié en ayudarles a mejorar sus capacidades para convertirse en proveedores estratégicos a largo plazo.
Si lo pensamos bien, los equipos de defensa producidos por los fabricantes tienen que durar al menos 30 años. Esta es una razón clara por la que la defensa quiere ver una cadena de suministro sólida como una roca que siga existiendo cuando el equipo esté al final de su ciclo de vida. Entonces, ¿cómo pueden las PYME transformarse en empresas que se perciban como preparadas para trabajar con los principales contratistas de defensa o «primes», o incluso competir con ellos, para abastecer a este sector?
La primera línea de defensa para ganar un contrato de defensa estratégica
Para las PYME es un reto importante conseguir grandes contratos de defensa, ya sea directamente con Defensa o trabajando con las empresas principales como parte clave de su cadena de suministro, debido a que no disponen de una estructura de gestión adecuada. Además, carecen de los conocimientos, las capacidades y la experiencia necesarios para desarrollar sus negocios hasta el siguiente nivel requerido para ser siquiera tenidas en cuenta.
Por lo tanto, para poder competir con los «principales» de la industria, un fabricante debe demostrar que ha establecido la estrategia de crecimiento, los sistemas y los recursos necesarios para que sus empresas puedan transformarse en grandes proveedores estratégicos y seguir prosperando dentro de 30 años.
El reto de la madurez digital
Un factor importante que podría marcar la diferencia entre ganar o perder un contrato de defensa es la madurez digital. El primer paso en este viaje de transformación digital para los proveedores de defensa es comprender cómo la convergencia de piezas de máquinas digitalizadas, la mejora de la conectividad y las tecnologías emergentes de «Industria 4.0», como IIoT e IA, les ayudarán a mejorar el tiempo productivo de sus empleados y equipos, así como a aspirar a eliminar el papel del entorno de producción.
El sector de la defensa ha sido precursor en el uso de tecnologías IIoT para mejorar los procesos y la eficiencia de los productos. De hecho, el sector fue de los primeros en darse cuenta de la utilidad de los sensores en ámbitos como el mantenimiento y la supervisión de la salud de las aeronaves, la identificación en tiempo real de problemas de calidad, la entrega rápida de actualizaciones de software y el seguimiento y la trazabilidad optimizados.
Como resultado, las aeronaves militares generan actualmente terabytes de datos digitales cada día. Hasta ahora, sólo se ha aprovechado una pequeña parte de esa información potencialmente valiosa. Esto representa una oportunidad; el vasto océano de datos acabará arrojando secretos rentables, como la identificación de nuevas oportunidades de fabricación y servicios.
Una única fuente de la verdad
Teniendo en cuenta que el sector de la defensa seguirá produciendo cantidades ingentes de datos ahora y en el futuro, los proveedores de este sector deben plantearse la introducción de un entorno de fábrica digitalmente avanzado con lo que denominamos «fuente única de la verdad» (SSoT). Se trata de un enfoque totalmente integrado de la planificación de recursos empresariales (ERP) que garantiza datos sin errores ni redundancias. Combinada con el software de gestión de operaciones de fabricación (MOM), una SSoT proporciona a la IA datos precisos y en tiempo real de toda la empresa y, de forma óptima, a lo largo de su cadena de valor asociada.
Enfrentados a una competencia intensa y globalizada, a actitudes cambiantes en materia de adquisición y mantenimiento, a economías cambiantes y a la inestabilidad geopolítica, nuestras PYME fabricantes que quieran operar en la cadena de suministro de defensa tienen que ser más ágiles y tener más visión de futuro que nunca. El resultado de este viaje serán más oportunidades de contratos de defensa a largo plazo aquí y en todo el mundo y, en última instancia, mayores beneficios y más puestos de trabajo.
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