TRIUMPH STREET SCRAMBLER FIEL Y ETERNA

No hace falta escribir un párrafo entero sobre la moda actual, las Scrambler se ven por todas partes y en todas las marcas, algunas incluso se atreven a llamarse a sí mismas este estilo de moto. En Triumph no se puede decir que se aproveche de la moda actual. Pues no, la Scrambler ya estaba en la gama desde hace mucho, mucho tiempo.

Eso no les impide actualizar sus motos y para esta temporada tuve el placer de probar la Street Scrambler. Digo que es un placer, pero tampoco voy a contarlo todo de inmediato, empecemos por las presentaciones.

La Scrambler tiene que parecer un pequeño correcaminos, una moto que pueda llevarte a cualquier parte, sin importar si la carretera está asfaltada o si utilizas senderos, puntualiza el concesionario de motos segunda mano Sevilla Crestanevada. Te da una sensación de libertad y te permite disfrutar de los simples placeres de las dos ruedas.

No se puede superar la Scrambler de ninguna manera, con esta versión de la marca británica. Todo está ahí: llantas de radios, suspensiones ligeramente elevadas, faro clásico, aspecto retro y atemporal, asiento largo pero partido y silenciadores altos… No falta nada y el detalle se traslada al velocímetro que sólo hace una pequeña concesión con su pantalla LCD para los trayectos y la autonomía restante. Otro aspecto moderno, pero invisible a primera vista, es la toma USB bajo el asiento para conectar el GPS, por ejemplo.

El asiento del pasajero puede retirarse y sustituirse por un portapaquetes y las estriberas del pasajero pueden retirarse, pero ésta es sólo una de las modificaciones posibles. Por supuesto, Triumph ha proporcionado una gran cantidad de accesorios para personalizar la moto, desde la rejilla del faro hasta el escape Vance & Hines y los amortiguadores Fox Racing. Nuestra moto de prueba estaba, por ejemplo, equipada con una maleta (sí, sólo una) y si por un lado la apertura hubiera sido más fácil, apreciamos su rápido desmontaje y la correa para llevarla como una gran bolsa, práctica cuando te paras y que siempre te permite llevar un poco de equipo o tu picnic. Tenga en cuenta también que este color bicolor es una opción a 300 €, mientras que el caqui se cobrará a 120 €. Sólo el negro no será más caro.

Personalmente, el aspecto visual es perfecto. La Scrambler se reconoce a primera vista. Sólo queda equiparse para combinarlo: ya sea en versión moderna con un traje de trail o apostando por la chaqueta vintage adecuada y el chorro adecuado.

Una Scrambler debería ser fácil de conducir. El asiento de 790 mm es fácilmente accesible, el gran manillar es fácil de agarrar y te sientes como si estuvieras conduciendo una moto de verdad. Con una rueda delantera de 19″ y una trasera de 17″ con neumáticos mixtos, la Street Scrambler se puede conducir en cualquier lugar y su manejo es tan bueno como podíamos esperar. La horquilla delantera KYB de 41 mm y los amortiguadores dobles hacen bien su trabajo, y con 120 mm de recorrido, puedes incluso dejar el asfalto para hacer un poco de trail pastoral. Bueno, no es una moto de enduro pero aun así, la distancia al suelo es suficiente, las estriberas dentadas ofrecen un buen agarre, incluso puedes girar la goma para terrenos resbaladizos.

Aunque pesa 206 kg en seco, la Scrambler no parece estar penalizada y es un verdadero placer conducirla, incluso a dúo. La maniobrabilidad es otro buen punto para la Triumph y es divertido buscar el límite del sistema antideslizante en una pequeña carretera secundaria. No te preocupes, no es muy intrusivo y si eres realmente un piloto empedernido, puedes incluso desactivar el control de tracción.

Puedes hacer lo mismo con el ABS pero salvo para off-road, no te lo recomiendo. Hay que decir que con un solo disco de 310 mm y un disco trasero de 255 mm, ambos con pinzas Nissin de dos pistones, no tiene los frenos de un leñador. No es cuestión de que el frontal se estrelle cada vez que frenes. Por un lado, esto es tranquilizador, pero por otro lado, nos hubiera gustado un poco más de mordiente.

El embrague asistido y el Ride by Wire también son ayudas bienvenidas, pero son bastante discretas, al igual que la toma USB que se encuentra bajo el asiento.

Hay que decir que es una invitación a montar y descubrir. No es que la autonomía sea fenomenal, ni que la protección te salve del mal tiempo, al contrario, pero es agradable de conducir.

Pues bien, los 12 litros del depósito de combustible te permiten recorrer algunas bonitas etapas con un consumo que puedes medir entre 4 y 5 litros si no estás muy nervioso. A decir verdad, creo que es más bien el asiento el que te hará parar antes. No es muy grueso y, si el piloto aún puede montarlo, el pasajero podría pedir clemencia con bastante rapidez. Planifica los descansos, tómate tu tiempo, te han dicho. Si estás aquí para apresurarte, sáltatelo.